Decepcionante!!
Un lugar realmente digno de la miseria que distingue a Barcelona y sus habitantes nefastos. Pequeño, apretado, feo y sucio. Pero, sobre todo, el gerente, como la mayoría de los comerciantes catalanes que no son famosos por su amabilidad, calidez y amabilidad, es un primer nivel grosero. Absolutamente desprovisto de empatía, nervioso y totalmente inconsciente de la existencia de la palabra simpatía, es habitual tratar mal a los clientes con orgullo y nerviosismo. Verdaderamente una mala persona. Pero no estaré aquí para decirte que confíes en mí y no vayas. Por el contrario, ve y experimenta una experiencia verdaderamente negativa que seguramente ayudará a abrir los ojos de todos aquellos que profesan ser amantes de esta ciudad, sobre la naturaleza realmente maligna y escuálida de las personas que viven allí. EL MENÚ. El menú es muy básico y los platos son bastante simples. Los costos son caros en comparación con lo que ofrece: fáciles de comer de pie sobre las mesas (las mesas son las correctas 4 y nunca se sientan en ningún lado) cocinadas apresuradamente. En el primer sabor, el sabor es bueno teniendo en cuenta que es casi exclusivamente marisco (en Barcelona es muy fácil conseguir un buen marisco fresco), pero quién sabe por qué al día siguiente tienes que correr en el baño en las garras de los llamados sueltos! Entonces, incluso desde el punto de vista culinario deja mucho que desear. EXPERIENCIA PERSONAL. Él trató las malas palabras y con excesiva malicia libre a mi novia frente a todos los clientes (después de haber consumido alrededor de 170 € de robettine de pie) porque ella tiene OSATO para pedir educadamente y con gracia de la manera que la distingue de 4/5 dentro de dos horas si él estaba sentado en una mesa que había estado libre durante media hora pero que no tenía ninguna intención de instalar porque estaba cerca del horario de cierre. Ahora si estuvo claro desde el principio no hay problema. Desafortunadamente durante la primera hora y media nos engañó con la promesa de que tan pronto como se liberara de una mesa la hubiera dado (teníamos 5 años). Luego decidió que estaba cansado de soportar las «demandas incesantes y petulantes de mi novia» (cito textualmente) y por eso decidió deliberadamente perderlo frente a todos. Buena suerte!